Autor:Juan Fernando de la Hoz
Con la secuenciación del primer genoma humano al inicio del milenio, emprendimos el largo camino de entender las instrucciones contenidas allí. Tan solo cuatro letras componen todo el alfabeto de este manual viviente. Sin embargo, su gramática es infinitamente más compleja, más dinámica. Luego de dos décadas de trabajo por parte de miles de investigadores en todo el mundo, e inversiones monumentales de presupuesto, estamos empezando a entender el contenido y el comportamiento de nuestros genomas.